Dice Galileo en Il Saggiatore que siente la necesidad de concebir una materia corpórea en la medida en que ella tiene una forma o existe en un lugar y un tiempo, en la medida en que ella se mueve, está en reposo, etc. Ha comenzado a fundar la revolución científica, aquello que actualmente conocemos como ciencia moderna.
Si cada aporte nuevo en la ciencia con su cuota de ensayo y error plantea pasos hacia adelante, la revolución científica encabezada por Galileo no fue detenida ni por la Inquisición. Todas las revoluciones son imposibles hasta que se vuelven inevitables.